Yo fui uno de los que vio la serie rutas mortales y dentro de sí decía, ¿cómo será hacer una ruta de esas en moto? eso ya hace muchos años, pues se dio la oportunidad, gracias a XCW Tours una empresa de Bogotá que entro fuerte en los tures de aventura en moto fui invitado a Himalaya 2019, y obviamente no dejaría pasar la oportunidad.
La ruta prometía mucho, a diferencia de otros tours que promocionan al Himalaya indio, esta ruta era demasiado completa, incluía el Zohila Pass una de las carreteras más peligrosas del mundo, los dos pasos vehiculares más altos del mundo, el Kardung La y el Shang La, además del lago de agua salada más grande y alto del mundo en la frontera con China, el Pangong, y otros destinos más como el Valle de Nubra y Leh obviamente, además de otros lugares en India como el Taj Mahal y la ciudad de Jaipur, destinos que no son ofrecidos por ninguna empresa cuando se contrata un tour en moto al Himalaya.
Antes de un viaje de esta magnitud vienen muchos preparativos previos y uno de ellos era el equipo a llevar, es de suma importancia, por lo menos para mí llevar todo el equipo de moto, así que llevaríamos nuestro traje RICHA ATACAMA GTX con los liners térmicos para las bajas temperaturas que me esperaban, el casco KLIM KRIOS PRO con el visor transitions para no preocuparnos de estar cambiándolo, además obviamente del pinlock por que sabíamos que a esas temperaturas era más que necesario, ropa interna de BigBiker, impermeable V3Trox y la elección de botas, unas FORMA caña corta por temas de espacio en la maleta, todo ello mas nuestra ropa en la maleta KODIAK de KLIM gracias a KLIM LATAM.
Además de nuestra maleta de viaje era necesario llevar un Drybag, obviamente llevamos nuestro viejo y confiable de 35 litros de Adventurebag por que en las motos llevaríamos lo básico y en el carro de soporte las maletas con el resto de cosas.
Después de cuatro días de haber salido de Colombia y habiendo estado un par de días en Madrid llegamos a Delhi luego de un vuelo de once horas por Air India, al llegar a Delhi de inmediato todo es extraño, estamos en un país sustancialmente diferente a lo que estamos acostumbrados, desde el clima que en Delhi puede llegar a los 50 grados, lo que hace ver a La Dorada como un chiste, hasta el tráfico caótico que hacer ver a Bogotá como el paraíso, los olores, sabores, la gente, todo es un choque cultural impresionante que vale la pena vivir.
Compre una simcard por unos $45.000 pesos en el aeropuerto por que siempre es importante estar conectado y luego nos dirigimos al hotel, elegimos uno cerca al aeropuerto por que al día siguiente volaríamos a Srinagar donde recogeríamos las motos; así que alcanzamos a conocer algo de Delhi como el Qutub Minar y la Puerta de India y obviamente probar algo de la gastronomía que nos esperaba, picante, especiada y sin carne, pero iba preparado para eso.
Al otro día volaríamos a Srinagar que es la capital de verano del estado de Jammu y Cachemira, en la India, allí seriamos recibidos por otro choque cultural resulta que en esta ciudad ya no se ven hinduistas sino que el 99% son musulmanes, por ende no parece que estuvieras en la India sino mas bien en Irán, Afganistán o alguno de estos países, por ende hay que tener mucho cuidado en los protocolos de vestimenta especialmente en las mujeres, llegamos al aeropuerto y nos hicieron cerrar las ventanas del avión por cuanto es un aeropuerto operado por el ejército indio, de suma importancia estratégica debido al conflicto y tensión permanente con Pakistán, llegamos, hicimos los trámites pertinentes y ya estábamos incomunicados, pues en esta región del país solo funcionan unos operadores celulares autorizados por el gobierno y conseguir una sim card con datos es casi como comprar droga; de repente otra experiencia que nos transporta a lo desconocido el adhan que es el llamado a la oración musulmán, un canto que retumba por toda la ciudad cinco veces al día y es una de las experiencias por decirlo así, más extrañas y enigmáticas que se puedan experimentar, sin duda hay que vivirlo.
Dormiríamos en medio de un lago, en hoteles flotantes y nos darían la bienvenida con una cena típica de la región, canticos y bailes, todo era nuevo para nosotros, acá empezaba oficialmente el viaje de nuestras vidas, Himalaya 2019 con XCW Tours guiando a 30 colombianos a la cima del mundo en motocicleta.
La idea era salir al otro día rumbo a Sonomarg y hacer el paso Zohi La, pero resulta que en el Himalaya cualquier cosa puede suceder, y sucedió, una nevada en esta época del año (junio) lo cual no se veía hace mas de cincuenta años, tenia cerrado el paso y nuestras motos estaban al otro lado, así que no quedo otro remedio mas que esperar y conocer algo de esta ciudad.
Al otro día aún no habían abierto este paso de alta montaña así que se tomó a decisión de llegar en carro hasta Sonomarg, a unos 30 kilómetros antes del paso y allí en un hotel esperar a que liberaran las motos; llegamos a este hermoso lugar enclavado entre montañas nevadas y el organizador me pregunto si estaba dispuesto a subir hasta el paso Zohi La con alguien de la organización en una moto que estaba disponible, a sabiendas que nos podría agarrar la noche en una de las carreteras mas peligrosas del mundo, no lo dude ni un segundo y mi respuesta fue si, estaba que me montaba en moto; la idea era ir a verificar el estado de la vía y averiguar cuándo seria abierta ya que estábamos retrasados un día, empezamos a subir aun con la luz del día, era increíble lo que veían mis ojos, montañas totalmente blancas cubiertas de nieve, paredes de hielo al lado de la vía, precipicios, un camino que se va angostando a medida que se avanza, curvas cerradas y vestigios de accidentes que demuestran que esta ruta no es un juego.
Avanzábamos ya arropados por una noche de color azuloso cual noche de película de terror, un color que jamás había visto, debe ser por la combinación de la luz de la luna radiante sobre la espesa nieve, algo que jamás olvidare, seguíamos ascendiendo por una serpenteante carretera rodeada de nieve y ya sin asfaltar, había que tener mucho cuidado ya que algunos tramos eran bastante lisos, de repente a lo lejos empezamos a ver luces de vehículos, indicativo que el paso había sido reabierto, igual seguimos hasta donde pudimos, el trafico represado de 3 días había colapsado la carretera así que nos toco regresar y no alcanzamos a llegar a donde estaban las motos, pero ya habían buenas noticias, al día siguiente empezaba la ruta en moto.
Llegamos de nuevo al hotel con la excelente noticia lo cual sin duda alguna animó a todo mundo, así que a descansar que empezaba lo bueno; el día prometía, amaneció con un sol radiante, se veía a lo lejos las montañas despejadas así que no amenazaban nevadas que cerraran de nuevo el paso, el amanecer en Sonomarg es mágico por la imponencia de las montañas que lo rodean, sumado que en el patio ya se veían los camiones descargando las motos, lo cual acelero los ánimos de todos que se volcaron a recibir las maquinas solo esperando la hora de partir.
La ruta paneada para ese día seria Sonomarg – Leh, pasando por el paso Zohi La, unos 350 kms que ya nos adentrarían en el Himalaya indio, empezamos la ruta y ya en el día se apreciaba la imponencia de este paso de alta montaña, el trafico era infernal por cuanto había estado cerrada la vía por tres días así que era un verdadero caos por cuanto es tan angosta que al encontrarse dos camiones en determinado tramo se forma un trancón que puede tardar horas, la ventaja en las motos es que nos podíamos escabullir por cualquier rincón, pero con mucho cuidado por que un paso en falso y fácilmente se encuentra una tumba a mas de cuatro mil metros de altura, hasta me da pena decirlo pero de manera irresponsable tocaba abrirse paso en este mar de camiones y carros interminable, los trancones estaban a la vuelta de cada curva, donde al frenar se escuchaba el crujir de la nieve y las rocas, señal de que en cualquier momento podría haber una avalancha, lo que más nos preocupaba y así no lo recordaban los numerosos letreros de precaución, y pequeños altares en honor a las numerosas víctimas que ha cobrado esta vía, hasta que por fin estábamos en el mítico cruce del paso Zohila por una vía que parecía un pequeño riachuelo debido a que el intenso sol de ese día estaba derritiendo mucha nieve, y allí estaba dentro del casco con esas interminables reflexiones que suelo tener y que se que muchos también experimentan, pensando qué me movía a estar a mas de 15.000 kms de casa, en un lugar recóndito que muchos han visto en tv pero pocos se atreven a visitar por que se aleja de todos los esquemas de lo que muchos conciben como motociclismo de aventura, cuál era el motivo que me llevaba a preferir una ruta de este tipo a un viaje por los Alpes franceses o por el paso Stelvio en Italia, y la respuesta para mi es clara, no me gustan los destinos de los que muchos pueden alardear, me gustan los retos físicos y mentales que impliquen una dosis de verdadero peligro, donde la única señal sea la del SPOT sin nada mas que nos conecte al mundo exterior, a la cotidianeidad al tedioso día a día, por eso estaba acá en el Himalaya en una de las carreteras más peligrosas del mundo, y esto apenas iniciaba, este era el abrebocas de lo que nos esperaba, pero para mi y para muchos esta ruta ya había salvado el viaje.
Paramos en la cima a reagruparnos no sin antes gritar dentro del casco, hp……. Rutaaaaaa, una y otra vez extasiado por semejante experiencia que se aleja sustancialmente de cualquier ruta que haya hecho, no por lo difícil sino por la combinación de elementos que la hacen única, la nieve, la altura, lo recóndito del lugar donde estábamos, el tráfico, la peligrosidad, sin duda una experiencia que todo motociclista de aventura debería de vivir.
Seguiríamos la ruta hasta un puesto de control militar donde nos quedaríamos un par de horas, en trámites y además esperando a unos compañeros que venían en la cola y que les había tocado presenciar una avalancha que tapono la vía por un buen tiempo, ya llegaba la noche y aun faltaba mucho para Leh, así que los planes cambiaron y nuestro destino seria Kargil un pueblo 100% musulmán conocido por la guerra de Kargil entre Pakistán e India en 1999.
Antes de la separación de la India en 1947, Kargil fue parte de Gilgit-Baltistán, una región de una amplia diversidad lingüística, étnica y religiosa debido, en parte, a la gran cantidad de valles aislados que están separados por algunas de las montañas más altas del mundo. La Primera Guerra de Cachemira (1947-48) dio como resultado que la mayor parte de la región de Kargil fuera un territorio de la India; después, tras la derrota de Pakistán en la Guerra India-Pakistán de 1971 el resto de las áreas, incluyendo puestos militares estratégicos, pasaron a ser también territorio de la India.
Pasaríamos acá la noche y al otro día nuestro destino seria Leh, por una carretera 100% asfaltada siempre cobijados por el Himalaya, llegaríamos con tiempo a esta ciudad donde se concentra toda la actividad turística de quienes visitan el Himalaya indio y acá pasaríamos la noche por que al día siguiente nos esperaba la ruta al paso vehicular mas alto del mundo, el mítico Kardung La una experiencia única, exigente para máquina, cuerpo y mente de la cual les contare en la siguiente entrega.